Aprovechar que estamos podando algunas plantas de nuestro jardín, bosque comestible o huerto, para implementar el acolchado de nuestros bancales, es una buena idea.
Como ya sabemos, algunas de las plantas que ponemos en el huerto tienen como objeto servir de abono verde en vida (como las habas, salvo que vayamos a dejar que desarrollen sus flores y frutos, y otras leguminosas).
Recientemente hemos descubierto esta bondad también en una planta de la que solo pensábamos útil en algunas infusiones: el Ajenjo (Artemisia absinthium).
De modo que, en el último bancal que hemos preparado, con unos separadores hechos con trenzado de ramas de poda de granado y bignonia, estamos aplicando un acolchado con esta aromática planta que, según parece, además de todas las bondades del mulch ayuda a ahuyentar algunos "bichillos" no deseados para el huerto. A ver qué resultado obtenemos.
Una plantita de calabaza gigante de Rota que nos trajeron nuestros hortelanos Niebla (padre e hijo) será la primera en disfrutar de este acolchado.
Cuando terminemos cubriremos los alcorques de los dos arbolitos con cartones y seguramente con paja, antes de crear un lecho de capuchinas.
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